En este post vamos a abordar la configuración de almacenamiento JBOD, en qué se diferencia con la opción RAID, las ventajas que tiene una solución con respecto a la otra, y ejemplos prácticos en los que sería recomendable optar por JBOD vs RAID o viceversa.
¿Qué es JBOD?
JBOD es el acrónimo de Just a Bunch Of Disks (literalmente ‘solo un montón de discos’), que se utiliza para denominar un tipo de configuración de almacenamiento que apila en una única caja varios discos duros que funcionan de manera independiente.
Es decir, como unidades separadas que no se sincronizan ni coordinan con las demás.
Las unidades de un armario JBOD mediante la aplicación de los procesos requeridos pueden actuar como una sola unidad, e incluso con la tecnología del sistema anfitrión adecuada, hacerlo también como un sistema de almacenamiento RAID.
RAID, por su parte, proviene de redundant array of independent disks (matriz redundante de discos independientes).
Define a un sistema de almacenamiento que emplea múltiples unidades (discos duros o SSD) para distribuir y replicar los datos.
La diferencia clave de este modelo de configuración estriba precisamente en el concepto de redundancia, que significa que la información se replica en varios discos, lo que impide que en caso de fallo de uno de ellos se produzca una pérdida irreparable.
De acuerdo a las prestaciones deseadas en eficiencia, rapidez de acceso y protección, se podría optar por distintos niveles de RAID: 0, RAID 1, RAID 5, RAID 6, RAID 10, etc.
Hay que valorar que tanto JBOD como RAID son configuraciones enfocadas a cubrir necesidades especiales de almacenamiento.
Por ejemplo, los PC convencionales suelen incluir un solo disco duro, o una combinación de un SSD para sistema operativo y aplicaciones principales, y un HDD para almacenamiento adicional.
Mientras que los sistemas de almacenamiento tipo JBOD y RAID ya entrarían en juego cuando hablamos de workstations de alto rendimiento, servidores para data centers o bien equipos de trabajo individuales destinados a tareas especiales de diseño o edición de vídeo.
Diferencias de funcionamiento JBOD vs Raid
JBOD y RAID utilizan procedimientos distintos para el almacenamiento de los datos.
JBOD hace un proceso denominado ‘spanning’, para que si una unidad colma su capacidad se pase automáticamente a la siguiente, y así sucesivamente.
En este caso, no se podría dar la duplicación, combinación y fragmentación de las características de un sistema redundante como el de RAID.
Precisamente, para lograr esa redundancia y la tolerancia a fallos, las diversas modalidades de RAID emplean distintos mecanismos de fragmentación (RAID 0) duplicación o ‘mirroring’ (RAID 1), combinación de ambas (RAID 10), paridad (RAID 5) o doble paridad (RAID 6).
Tanto JBOD como RAID pueden trabajar con diferentes tipos de dispositivos de almacenamiento, incluidas las unidades de disco duro (HDD), unidades de estado sólido (SSD) y NVMe (memoria no volátil rápida).
En JBOD siempre son posibles los intercambios en caliente, esto es, que se pueda sustituir cualquier unidad de la matriz sin necesidad de tener que apagar el sistema anfitrión.
En los niveles más comunes de RAID también es factible hacerlo, aunque puede depender de la configuración del controlador y el hardware.
Tener la posibilidad de realizar estas sustituciones es muy importante, al evitar que cada vez que se deba cambiar una unidad haya que suspender el uso de programas y aplicaciones, algo que sencillamente no es factible cuando hablamos de sistemas de importancia crítica.
¿Qué ventajas tiene JBOD vs RAID?
JBOD
JBOD es una opción más flexible y generalmente menos costosa en comparación con RAID.
Además, esa mayor flexibilidad se traduce en una escalabilidad más simple, ya que para ampliar se pueden agregar más discos sin necesidad de tener que reconstruir todo el sistema de almacenamiento.
Sin embargo, JBOD no ofrece redundancia de datos, por lo que al no generarse copias de seguridad automáticas de la información en distintos discos pueden producirse pérdidas de datos si alguno falla.
Mientras que RAID sí proporciona esa replicación en varios niveles (como RAID 1, 5, 6 o 10), previniendo así pérdidas catastróficas.
RAID
RAID al poder distribuir los datos en múltiples discos es capaz de hacer lecturas y escrituras más veloces, una mejora en el rendimiento que no aporta JBOD, donde cada disco opera de manera independiente.
Pero a su vez, ese tratamiento que RAID hace de los datos para ofrecer redundancia y mayor rendimiento, impide que se puedan utilizar los discos duros al 100% como con JBOD.
Esto hace que se convierta en una opción más adecuada cuando se trata de almacenar grandes cantidades de datos, cuya pérdida no es crítica y el acceso a ellos es infrecuente.
De hecho, el único nivel de RAID en el que es posible ocupar todo el volumen de almacenamiento es el 0, pero la eliminación de las unidades de disco implica la pérdida de la información almacenada.
Para subsanar este problema se puede optar por RAID 10, que en realidad sumaría las prestaciones de RAID 1+ RAID 0.
Aunque, no dejaría de ser una solución con menos eficiencia de almacenamiento que RAID 5 y RAID 6, que a su vez presentan otros hándicaps en rendimiento de escritura, tiempo de reconstrucción y tolerancia a fallos.
Así, vemos que la elección de la modalidad de RAID siempre va a depender de las necesidades concretas de almacenamiento, seguridad y acceso a datos que se tengan.
En cualquier caso, se trata de una tecnología compleja, como se pone de manifiesto cuando alguna matriz falla y hay que hacer una reconstrucción, lo que implica un proceso arduo que lleva su tiempo.
¿Cuándo elegir JBOD vs RAID?
JBOD es una opción más económica, sencilla de implantar y de administrar, por lo que será la opción ideal si no se precisa redundancia de datos ni alto rendimiento en la operatividad con ellos.
Mientras que las prestaciones de RAID lo convierten en ideal para empresas y organizaciones que no pueden permitirse una pérdida de información. Además, mejora el rendimiento de lectura y escritura en aplicaciones de alta demanda de entrada y salida de datos del disco duro o en la memoria del sistema.
Por ello, JBOD resultaría recomendable para entornos domésticos en los que se requiera un sistema económico y sencillo de implantar para almacenar archivos con fotos, música o películas, cuya pérdida no resulte catastrófica.
También, se puede utilizar para almacenar copias de seguridad, al poder dedicarse cada uno de los discos a una versión distinta, y no precisarse un gran rendimiento porque el acceso a esos datos no sería recurrente.
Con el uso del sistema de archivos ZFS de SUN puede llegar a obtener cierta redundancia en configuraciones JBOD, aunque esta solución se aplica actualmente de manera limitada en infraestructuras como los data centers.
Así pues, RAID sería aconsejable siempre en entornos donde la protección de datos y el rendimiento son cruciales, al estar en juego la disponibilidad y la eficiencia de los sistemas TI.
Igualmente, es la solución adecuada para workstations que efectúan tareas que consumen muchos recursos como edición de video, recreaciones en 3D, etc.
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